Archivo de la etiqueta: Kings of Convenience

Lo mejor de mi 2011

por Clau

Ha sido un año movido: dos trabajos en sectores completamente diferentes, titularme, comenzar a vivir sola, retomar el magíster, estrés (demasiado estrés), conciertos de las bandas que siempre quise ver y la mejor de las compañías. A pesar de hacer tantas cosas, seguí con mis adicciones habituales y para continuar la tradición, les dejo una lista de lo que más me gustó o, como prefiero llamarle, «Elefantito Awards 2011». Que conste que son las cosas que vi o escuché este año y que no necesariamente fueron editadas durante 2011.

Series

Six Feet Under

El mejor drama que he visto. El desarrolo de los personajes es tan bello y completo como las interpretaciones y la dirección. Cada capítulo cuenta con el cuidado que tiene una película y, no por eso, deja de lado la continuidad de la historia. Perfecta.

How I Met Your Mother

Sigue leyendo

Los reyes de mi convivencia

por Clau

Mi historia con los Kings of Convenience comenzó de manera sutil, sin darme cuenta. Era 2005, recién había salido del liceo y mi andante de la época me pasó un disco de su segunda banda favorita: Röyksopp (la primera era Depeche Mode). En ese álbum venían «Poor Leno» y «Remind me«, ambas interpretadas por Erlend Oye pero eso aún no lo sabía. Tiempo después, me envió «Prego amore» porque parte de la letra está en italiano y me habló un poco de Erlend como músico pero, siendo honesta, no le presté mucha atención.

En 2007 llegó internet a mi vida y me encontraba buscando incansablemente la Sigue leyendo

Take me home tonite….

por edo

3 Días de estudio, un día de descanso (Vamos que se puede, todo sea por poder pasar el examen de grado). Nos quedan 1 mes y una semana para ir al matadero, ojalá no sea tan terrible ni terminemos esquilados. Es por esto que este fin de semana abandonamos la ciudad (al igual que la mitad de Santiago), pero no salimos a disfrutar, no viajamos a la nieve en nuestros cuatro por cuatro, ni fuimos a la playa con nuestras tablas de surf. Al contrario, dejamos los televisores y computadores de lado, nada de distracciones y nos fuimos a Olmué, al campo (¿habremos dejado la música?, la verdad fue imposible dejarla).

Sigue leyendo